RELATOS Y DERIVAS
Pliegues de la representación
Podemos concebir la ciudad como un texto abierto, colectivo, en constante y diaria re escritura. Del cual realizamos lecturas particulares, contingentes y subjetivas.
A la vez podemos percibirla como un territorio, soporte y cuerpo donde se efectúan diversas inscripciones y se articulan múltiples tensiones comunitarias. El espacio público como territorio de conflicto, o de visibilización de ellos, en disputa, pero también como espacio que posibilita y propone el encuentro. Y en este espacio posibilitador de encuentros, inevitablemente, desbordando la intención reguladora de las normas urbanas y políticas, se dan variadas yuxtaposiciones, trasvasamientos, mixturas, contaminaciones y transformaciones.
La ciudad articula y es lenguaje, denota y connota, opera sobre el imaginario común, sobre los tiempos y modos de habitarla, y sobre todo, exhibe el enunciado del sistema político económico y cultural que la estructura.
Blanca Castiglione propone introducirnos en su singular experiencia, significación y procesamiento poético de sus tránsitos, recorridos, itinerarios sensibles y derivas por Santiago del Estero, su ciudad. También nos convoca a preguntarnos sobre nuestra percepción y nuestra experiencia del lugar y la sociedad que habitamos y somos parte. Aunque esta interpelación no esté explícita, y en varios casos subyazca detrás de varios velos, suspendida pero latente e inocultable.
Al abordar sus pinturas podemos correr el riesgo de quedar atrapados en su intencional, atractivo y exuberante despliegue cromático, en esa primera capa de seducción casi impenetrable. Capa en la que en algunas piezas pareciera coincidir la propuesta de algún modo hasta celebratoria de la forma y el color, con sus deseos de armonía y atesoramiento de “bellos” recuerdos. Podríamos hacer el ejercicio de no dejarnos embelesar por ese primer velo e intentar horadarlo. Abrir una posible reflexión o pregunta sobre lo traído a la tela, sobre lo representado, que por su densidad conflictiva o poética, pareciera, necesitó ser vestido.
Probablemente ella reproduce las representaciones y las formas genéricas dadas, pero implícitamente deja abierto un cuestionamiento sobre los procesos y las estructuras que las controlan.
Me interesa ver y trabajar su producción en los lugares donde la imagen “hace ruido”, donde irrumpe, o se presiente que irrumpe un inmanejable, un enunciado, concepto o percepción que se resiste. Que no se deja apresar tan fácilmente por la representación, por la composición simbólica domesticada.
Percibo que, en diferentes formas y tratamientos, tanto en sus pinturas como en las recientes instalaciones e intervenciones, Blanca está presentando y poniendo en cuestión su amorosa, y por momentos nostálgica, construcción subjetiva sobre el ámbito ciudadano, y a la vez la irrupción de lo imprevisto que genera una interferencia o interrupción en la supuesta o anhelada armonía.
La propuesta de Castiglione es múltiple, sospechosamente distractiva e interpelativa a la vez.
Y esto es lo interesante y convocante
Andrés Labaké
Artista visual, investigador y curador independiente
Buenos Aires, marzo de 2020