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Autonomía Santiagueña 200 Años 1820-2020

EXPOSICIÓN PERMANENTE

BICENTENARIO

DEL AUTONOMIA SANTIAGUEÑA

Dra. Maria Mercedes Tenti

En las luchas autonómica de santiago del estero podemos distinguir dos momentos. el

primero, movimiento encabezado por Juan Francisco Borges, el segundo liderado por

Juan Felipe Ibarra. Unificado el gobierno nacional en 1814 en la figura de un Director

Supremo, Posadas subscribió un decreto por el que dividía la antigua Gobernación

Intendencia de Salta en dos Gobernaciones: Salta, con capital en Salta integrada por

Salta y Jujuy, y Tucumán con capital en San Miguel, conformada por Tucumán,

Santiago del Estero y Catamarca. La consecuencia inmediata fue el comienzo de la

lucha de Santiago del Estero por independizarse de la cabecera Tucumana.

El gobernador de Tucumán Bernabé Aaoz, depuso al teniente de Gobernador Isnardi,

simpatizante de la causa del autonomía, y designo Jefe Militar a Antonio María

Taboada. Tanto el cabildo como las milicias locales no aprobaban esta designación y

convocaron a un cabildo abierto que envió un petitorio al Director Supremo,

expresandole que estaban dispuestos a sostener a Isnardi, ya que , decían “… no tuvimos

un día mas amargo que aquel aciago en que se estableció Tucumán en cabeza de

Provincia y nos sometió a este Gobierno bajo el cual no hemos experimentado otra cosa

que vejaciones, insultos y despotismos”.

2021 Año del Bicentenario del Tratado de Vinará.

El tratado de vinará es un acuerdo de paz y entendimiento, que fue firmado entre

Santiago del Estero y Tucumán, el 5 de junio de 1821 en la localidad de Vinará (actual

departamento Río Hondo). con ese documento fueron reconocidas por Tucumán la

Autonomía y La Soberanía Política de la provincia de Santiago del Estero.

EL SIGNIFICADO

DE LA AUTONOMIA SANTIAGUEÑA

Dra. María Mercedes Tenti

El movimiento autonómico invocaba los derechos del pueblo de autogobierno, aunque

manteniendo relación de dependencia con un poder central a partir de la reunión futura

de un congreso general constituyente. La emergencia de las soberanías locales fue la

respuesta de los pueblos del interior a la pretensiones centralistas de Buenos Aires. Las

Provincias no surgieron como parte constitutivas de un Estado Central, sino como

Estados independientes, autónomos, con un nuevo régimen representativo. A pesar de

ello se busco reorganizar un orden Social a través de la firma de pactos

interprovinciales. La emancipación de los poderes de base provincial, a partir de 1820,

pudo concretarse gracias a la disolución del poder central. Sin embargo fueron estos

Gobiernos locales los que hicieron posible la constitución del poder central en 1853 con

la sanción de la Constatación Nacional.

Las provincias antecedieron a la nación, surgieron como una nueva identidad política.

1820 marca el surgimiento simultaneo de fuertes aspiraciones autonómicas en los

pueblos y nuevas formas de poder de los caudillos, tal el caso santiagueño en el que Juan

Felipe Ibarra pasa a ser depositario de la soberanía del pueblo y de la soberanía de la

provincia. La legalidad iba de la mano del poder del caudillo que gobernó la provincia

por treinta años, hasta su muerte. La declaración de la autonomía santiagueña expresó

la voluntad del pueblo a sostener un gobierno propio, sin dependencia ni subordinación

hacia otros gobiernos a los que consideraba sus iguales.

En este bicentenario debemos propender al cumplimiento del régimen federal desde los

poderes centrales del Estado nacional, dándole a cada provincia el rol protagónico que

le corresponde, reafirmando la capacidad de cada una de tomar sus propias decisiones.

De esta manera, el legado de la autonomía santiagueña de 1820 cobrara totalmente

vigencia, si se logra la integración, junto a la descentralización, como una respuesta

inteligente a los desafíos de la globalización.