Rafael A. Touriño Cantos (Santiago del Estero, 1955- Embalse, Córdoba 2005). Pintor, Ilustrador y escenógrafo. Su actividad se desarrolló en su ciudad natal hasta 1991, y a partir de allí se traslada a Embalse, Córdoba, donde residió hasta su muerte.
Ha realizado numerosas exposiciones, individuales e integrante el grupo Urpila, en Santiago, Tucumán, Córdoba y Buenos Aires. Ilustro libros de poesía y narrativa de autores santiagueños y cordobeses; y realiza el arte de las caratulas de CD y casetes para Los Carbajal, Pablo Asnares, Dúo Coplanacu, y otros. Estuvo a cargo del diseño de la escenografía de numerosos espectáculos en Córdoba, Buenos Aires y Santiago del Estero.
Recibió los siguientes reconocimientos y premios: Primera Mención Pintura. Jazz Club. Santiago del Estero 1975; Primera Mención Dirección Municipal de Pintura, Santiago del Estero 1977; Mención Especial Pintura. Salón primavera. Banco del NOA Cultural. Salta 1979; Segundo Premio pintura. X Salón del NOA Cultural, 1983; Mención de Honor. Salón Poema Ilustrado. Santiago del Estero 1985; Primer premio pintura, Salón Fundación Cultural Santiago del estero 1990, entre otros.
A partir del 2005 fe homenajeado en: Exposición Homenaje San Martin de los Andes. TRABUN XXIII Encuentro de los Pueblos 2005; Exposición Homenaje Paláis de Glace. Buenos Aires, 2006; Exposición Homenaje Encuentro Cultural Villa del Dique. córdoba 2010; Exposición Homenaje Municipal Embalse. Córdoba 2013; ; Exposición Homenaje Municipalidad Rio Ceballos, Cordoba 2015.
El arte y la vida
Las ciudades posmodernas con su inevitable complejo de ruinas han generado una estética periférica fragmentaria, privilegia el fácil deslizamiento, el hedonismo narcisista creado un arquetipo egocéntrico frio y calculador. La supervivencia del más apto se vuelca por el de mayo capacidad de flotación, es decir, el que más rápido pueda mudarse de ropa para adaptarse al cada vez más veloz ritmo de destrucción y de renovación travestismo infame que ha alcanzado a todos los niveles de la actividad humana.
Narcisismo, egoísmo, frialdad, eclecticismo y responsabilidad increíble, superficialidad, ferocidad, individualismo: son valores que marcan una línea oscura par aun futuro negro. Línea que hay que torcer con solidaridad, profundidad, alegría, ternura, belleza, azul, verde. Es por eso que componer música, escribir poemas o pintar cuadros son cosas de vida o muerte.
Rafael Touriño Cantos
11 de diciembre de 1994
Rafael Touriño Cantos en estos finales de la década del 90, se ha convertido (así lo veo yo) en un artista con matices variados y sorprendentes. Una violenta y bien mentada disposición intelectual frente a la vida, para vida, para ser más preciso.
Plástico por excelencia, utiliza de pronto el trazo de las palabras para crónicar admirablenete, brillantemente, a la manera de nadie (al menos de estos lares) toda manifestación desplazamiento o aparición del arte de Santiago del Estero y del Norte Profundo que sucede tanto en el territorio de su propia provincia, como en exteriores de ella.
Así inaugura una nueva manera de escribir y de sentir escribiendo (por supuesto), sin abandonar el pincel. Lo particular de su nueva labor intelectual (Léase como realmente cultural), reside en el hecho en que se reúsa a dejar pasar a ejercicio vencido, todo lo valioso que sucede en el arte del norte argentino.
El reside actualmente en una ciudad de la provincia de córdoba (Embalse). Su esposa y sus hijos sin embargo sigue aquí en Santiago, tal vez a enorme distancia de otros (trabajadores de la cultura). Él está entre nosotros mediante la creación y el testimonio. Inmejorable cónsul extraoficial de Santiago del Estero. No ha abandonado su Mishkimayu, donde se gestó la mayor parte de su obra pictórica. Ha hecho nacer una paradoja con su exilio: Se ha quedado aquí junto el viejo rio, se ha quedado el sujeto en acto.
Jorge Rosemberg
Nuevo Diario
16 de marzo de 1997
(Este texto acompaña la nota “Un trago de Futuro, la peña de Los Coplanacu en Cosquin”)