El CCB posee en su interior Túneles que han sido restaurados y conservados para la visita del público.
Según cuanta la tradición oral santiagueña, estos Túneles fueron construidos para conectar distintos puntos de la cuidad. Algunas versiones consideran que estaban destinados a facilitar el escape de los gobernantes en contingencias turbulentas y otros sostienen que fueron utilizados como salas de tortura o cárceles.
Muchos de estos laberintos subterráneos fueron encontrados en 1909, cuando comenzaron las tareas de construcción del Teatro 25 de Mayo, sobre los cimientos de la casa del Gobernador Juan Felipe Ibarra