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  • SALA DE ABIPONES

    La  Reducción de la Purísima Concepción de Abipones

     “Desde la época del victorioso Carlos V, que conquistó para España mejores regiones de América, el belicoso pueblo de los abipones se había mantenido firme en sus leyes y durante dos siglos y lo que va del presente, aún después de que los pueblos vecinos hubieron sido vencidos. Y no solo rechazaron la amistad de los españoles sino que no perdían ocasión de extender sus armas terribles a toda la provincia.”

    La intención de establecer una vía de comunicación entre el Tucumán y el litoral a través del Chaco sufrió innumerables fracasos, no obstante en sucesivas campañas militares lograron establecer algunos pactos de pacificación con algunas parcialidades abipones y mediante la intervención de los jesuitas lograron fundar tres reducciones: San Fernando (Corrientes) San Jerónimo (Santa Fe) y la Concepción (Santiago del Estero). Esta fue asentada primeramente sobre la margen oriental del río que los españoles llamaron Inespin y los abipones Narahagen. Sufrió diversos traslados hasta que en 1752 fue asentada definitivamente al sur de nuestra provincia, sobre la margen del río Dulce donde convergía con el Salado. Se la bautiza con el nombre del pueblo abipón, que según el P. Caamaño conformaban lo que él llamaba la séptima nación, que habitaban en el extremo noreste  del gran Chaco Gualamba, sobre las orillas del Bermejo y entre éste río y el Pilcomayo. El desplazamiento de estas poblaciones hacia el sur, a principios del siglo XVIII, tiempos en los que se asentaron en lo que es hoy la provincia de Santa Fe , marcó un tiempo de extrema belicosidad con incursiones en las  regiones que ocupaban Santiago del Estero, Córdoba y Santa Fe,  interceptando el tráfico de éstas ciudades con Buenos Aires y ocasionando graves perjuicios al comercio, además de las matanzas que generaban con sus incursiones en pueblos de indios como Mopa y Salavina y otras en puntos cercanos.

    Según O. Di Lullo la primera reducción se fundó a orillas del río Inespín en el corazón del gran Chaco, a instancias de Cristóbal Almaraz, un santiagueño cautivo de los Abipones que hacía las veces de lenguaraz del cacique Alaykin, quienes urgidos por la necesidad de la paz se trasladaron a la ciudad de Santiago para ver al gobernador y solicitar ayuda para la fundación de un pueblo. Así es que el gobernador Barreda accede a la  primera fundación de  esta  reducción que llevaría por nombre Concepción del Bermejo y la dota de cuatro mil cabezas de ganado, que es con lo que contribuye la ciudad de Santiago del Estero. Pero las inclemencias climáticas sumadas a los conflictos entre las comunidades vecinas, indicaban la necesidad de un nuevo traslado. Es así que en 1752, el gobernador Barreda con el jesuita misionero  Dobrizhoffer se trasladan con treinta familias indígenas y dos caciques a orillas del río Salado, fundando por segunda vez la reducción  que ahora llevaría el nombre de Concepción de Abipones. Desde allí esta reducción atravesaría por catorce traslados hasta que definitivamente se asentó a orillas del Dulce, un poco más debajo de donde este río confluía con el río Salado. Allí prosperó al punto de contar entre sus posesiones unas treinta mil cabezas de ganado, además de la capilla, los aposentos de los misioneros, carpinterías, herrerías, atahonas y otras instalaciones. Finalmente en 1767 los jesuitas abandonan la reducción,  que va a quedar a cargo de otros curas misioneros que la sostienen hasta entrado el siglo XIX, tiempos de la independencia en los que se va a convertir en un fortín que protegerá hasta bien entrado el siglo XIX.

    Sr. Luis Garay

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